¿Por qué los estudiantes luchan para pedir ayuda adicional a sus profesores? ¿Por qué se sientan en silencio o confundidos cuando levantar la mano podría ayudarles? Los estudiantes primero deben reconocer que necesitan ayuda, y luego deben saber que recibirán apoyo cuando la soliciten.
No solicitar ayuda puede afectar el rendimiento académico de los estudiantes, su autoestima y, potencialmente, su acceso al aprendizaje en el futuro. Hay varias razones por las cuales los estudiantes luchan por pedir ayuda, pero la buena noticia es que hay estrategias que pueden ayudarlos a convertirse en defensores de sí mismos y mejorar sus aprendizajes.
Los estudiantes primero deben reconocer que están luchando. Esto requiere honestidad y conciencia de sí mismos: algunos estudiantes no creen que necesitan ayuda, incluso cuando sus notas indican lo contrario.
Una vez que los estudiantes reconocen que están luchando, pueden sentir vergüenza. Muchos estudiantes pueden afirmar: “Quiero ser independiente e intentarlo por mi cuenta. No necesito ayuda”. Temen que pedir ayuda indique debilidad o fracaso en su carácter, aunque los profesores les digan que pedir ayuda es, en cambio, un signo de madurez y fortaleza.
Los docentes pueden ayudar a los estudiantes a comprender cómo aprenden mejor y capacitarlos para que aboguen por su propio aprendizaje enseñándoles cómo pedir ayuda.
3 estrategias para mejorar las habilidades de pedir ayuda de los estudiantes
1. Hacer preguntas abiertas sobre su aprendizaje ayuda a los estudiantes a aprender a evaluar su progreso e identificar áreas en las que son fuertes y aquellas en las que necesitan apoyo. Los profesores pueden incorporar indicaciones metacognitivas como:
- Este proyecto requirió mucho trabajo duro. ¿Cómo te preparaste para ello?
- ¿Cómo crees que te va en esta asignatura? ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo se compara esto con las notas que has recibido hasta ahora?
- ¿Puedes identificar una estrategia que has estado usando que te haya ayudado a tener éxito? ¿Puedes identificar una estrategia que quieras probar con más frecuencia?
2. Ayude a los estudiantes a comprender que los profesores quieren ayudar. Preguntar a los estudiantes de cualquier edad por qué un adulto elige enseñar como carrera puede ser una actividad reveladora.
Haga que los estudiantes hagan una pausa y reflexionen en pequeños grupos sobre por qué piensan que te convertiste en docente. Guía a los estudiantes a la respuesta final: Los profesores se convierten en profesores porque les gusta ayudar.
3. Crea un ambiente seguro. Los estudiantes deben sentirse seguros para ser lo suficientemente honestos como para pedir ayuda. ¿Hablarías y admitirías que necesitas ayuda si piensas que tus compañeros se reirán de ti?
Como docente debes fomentar un clima de curiosidad, toma de riesgos y apertura. Puedes usar actividades de creación de equipos para aumentar el sentido de comunidad en el aula, crear carteles que reiteren las reglas y valores del aula o colgar citas inspiradoras en las paredes.
Cuando cometas algún error o no sepas responder a una pregunta, usa esa instancia como una oportunidad para hablar sobre la imperfección y cómo ser resistente. A los estudiantes les gusta atrapar a sus profesores cometiendo errores. Usa esta oportunidad para recordarles que todos somos imperfectos y los docentes también necesitan ayuda, sobre todo de sus propios estudiantes.
Y tú, ¿cómo fomentas esto en tu aula?